El rostro alargado se distingue por ser más largo que ancho, con una forma rectangular o ovalada que le da una apariencia estilizada. Las personas con este tipo de rostro suelen tener una frente alta, pómulos menos prominentes y una mandíbula alargada. Aunque el rostro alargado puede parecer elegante, uno de los retos es equilibrar la longitud y evitar que se vea aún más alargado con ciertos estilos o técnicas.
Para equilibrar las proporciones de un rostro alargado, los peinados juegan un papel crucial. Los cortes de cabello que añaden volumen en los lados son ideales, ya que crean la ilusión de un rostro más ancho. Estilos con ondas suaves, rizos o capas que comiencen a la altura de las mejillas pueden reducir la percepción de longitud. Evitar los cortes largos y lisos es clave, ya que estos pueden acentuar la forma alargada del rostro. En cambio, los peinados a la altura de los hombros o más cortos con volumen son perfectos. También, el flequillo es un gran aliado, ya que puede acortar visualmente la longitud del rostro, especialmente si es un flequillo recto o con caída lateral.
En cuanto a las gafas, las monturas más anchas que largas ayudan a equilibrar las proporciones del rostro alargado. Formas como las aviador o las de estilo cuadrado pueden proporcionar un equilibrio visual al rostro, reduciendo su apariencia alargada.
En el maquillaje, la técnica de contorno es útil para acortar visualmente la longitud del rostro. Aplicar bronceador en la línea del cabello y la mandíbula ayuda a reducir la longitud percibida. Los rubores colocados en las mejillas, en lugar de en las sienes, también ayudan a añadir anchura.
En resumen, el rostro alargado tiene un encanto estilizado que puede equilibrarse con peinados voluminosos, gafas anchas y técnicas de maquillaje que añadan anchura y suavicen la longitud.